Medimos permanente las externalidades propias de nuestra operación, específicamente las emisiones de olores molestos, como un aspecto relevante en la sustentabilidad. Para ello, tomamos medidas para reducir las emisiones y minimizar su impacto en la comunidades, incluyendo la implementación de tecnologías de control y la adopción de prácticas sostenibles en nuestros procesos productivos.